Lo que nunca fuimos by Mike Lightwood

Lo que nunca fuimos by Mike Lightwood

autor:Mike Lightwood
La lengua: spa
Format: azw3, epub
Tags: Romance, LGBTQ+, Contemporary, gay, Fiction
editor: HarperCollins Ibérica
publicado: 2020-12-14T23:00:00+00:00


Capítulo 13

Una vez más, las mariposas en el estómago hacen su aparición, más fuertes e insistentes que nunca. Y, una vez más, vuelvo a ser ese quinceañero que se moría de los nervios ante la perspectiva de ir a la casa de Rubén. Hoy no voy a ir a su casa, pero sí que vamos a hacer algo que es completamente nuevo para nosotros. Puede que en su día cenáramos juntos muchos fines de semana, ya fuera en su casa o en la mía, pero jamás habíamos salido a cenar a ningún sitio.

Es Álvaro quien me ha elegido la ropa, tal como solía hacer cuando íbamos a algún sitio juntos. Y menos mal, si ya me costaba escoger qué ponerme para hacer algo tan simple como salir a tomar algo con Rubén, saber qué sería lo más adecuado para nuestra primera cena juntos en un restaurante era tarea imposible. Álvaro había escogido por descarte el segundo del total de tres polos que había en mi armario, ya que el otro me lo había puesto la semana pasada y se había negado en rotundo a que repitiera. Por suerte, eso significa también que me ha permitido prescindir de los pantalones ajustados de la última vez, así que hemos optado por unos vaqueros oscuros que conjuntan muy bien con la camisa y no parecen ni demasiado serios ni demasiado informales.

—Y, recuerda —me advierte antes de salir de casa—, no comas con las manos, no eructes en la mesa…

—¿Te crees que es la primera cita que tengo en la vida o qué? —pregunto entre risas mientras él sigue hablando—. Sé cómo tengo que comportarme, gracias.

—…y, sobre todo —continúa él—, utiliza protección después.

—Mira que eres gilipollas.

—Claro, pero es que eso es parte de mi encanto. ¿Quieres un beso de la suerte?

—Por favor y gracias.

Se acerca para darme un beso en los labios, pero enseguida se aparta, alarmado.

—Espero que te laves los dientes otra vez antes de salir —señala con una mueca.

—¿Qué? ¿Por qué? —Ahora el alarmado soy yo—. ¿Tengo mal aliento?

—No —responde muy serio—. Lo digo porque, si no lo haces, cuando lo beses será como si Rubén también me estuviera besando a mí de forma indirecta. Y la verdad es que me parecería un poco extraño, que después de todo ni siquiera nos conocemos…

Me echo a reír una vez mientras lo acompaño hasta la puerta. Desde luego, tengo que reconocer que pocas personas me hacen reír tanto como él.

—Buenas noches, Álvaro.

—Buenas noches, Eric. —Estira el brazo para tomarme la mano y me la aprieta con fuerza—. Y muchísima suerte en la cita. Seguro que sale genial.

Me dirige una sonrisa, me suelta la mano y, sin decir nada más, se mete en el ascensor.

Quedan unos cuarenta minutos hasta la hora a la que he quedado con Rubén; tiempo más que suficiente. Voy al cuarto de baño, nervioso, y me lavo los dientes a conciencia una vez más. A continuación, me meto un chicle de menta en la boca, solo por si acaso. Y, después, salgo de casa en dirección hacia el metro.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.